jueves, 29 de mayo de 2014

“MAESTROS DE LA PLÁSTICA ESPAÑOLA”




EL GRECO 
El Greco es el nombre con el cual se conoce popularmente a Doménikos Theotokópoulos. Nació en Grecia 1541. De su vida  se conoce , sólo que procedía de una próspera familia  y que recibió una amplia formación humanística.
El Creco
 Doménikos trabajó en las dos vías que existían en la pintura de Creta en la segunda mitad del siglo XVI: la tradicional -"allá greca" siguiendo los modelos bizantinos- y la moderna - "allá latina" según los modelos  del Renacimiento italiano-. Se destaco entre los pintores cretenses, por lo que hacía 1563 se lo llamó maestro.
En 1566 se trasladó a Venecia, en esta ciudad, El Greco asimiló la pintura renacentista. Algunos datos  parecen sugerir su ingreso en el taller de Tiziano, pero independientemente de este hecho, es cierto que la pintura del gran artista veneciano -junto con la de Tintoretto, de quien tomó la iluminación artificial para sus cuadros, y Jacopo Bassano-, ejerció una influencia determinante en el desarrollo de su técnica y su estética.
En 1570 Doménikos se fue a Roma, donde vivió siete años. Allí pudo admirar las obras de Miguel Ángel, Rafael y Correggio. Abrió su propio taller y enseguida logró una sólida reputación como retratista, en 1572 fue admitido en la Academia de San Lucas.
Fue en 1576 cuando El Greco decidió marcharse a España, con la esperanza de ser contratado para la decoración del Monasterio de El Escorial. Ya en Madrid conoció a Jerónima de las Cuevas, con quien tuvo a su único hijo Jorge Manuel en 1578.
El Greco, recibió un importante encargo, el monarca español le encomendó un cuadro que conmemorase la batalla de Lepanto, también el artista pintó "El sueño de Felipe II" (1577-1579). Luego le pidió que realizara "El martirio de San Mauricio", obra que no le gustó al rey, pues le pareció poco acorde con las ideas de la Contrarreforma.
 Fue así como Doménikos se instaló de forma definitiva en Toledo, allí contó con la protección de varios personajes que le encargaron sus obras más espectaculares. Los que realizo en su taller donde se dedica ha la elaboración de cuadros, diseño de retablos y escultura.
Entre 1586-1588 hizo el famoso cuadro  "El entierro del conde de Orgaz", diversos retablos para instituciones religiosas tanto de Toledo como de Madrid.
Se destaca en su obra los retratos de "Fray Hortensio Félix Paravicino" (1609) y "El de Jerónimo de Cevallos" (1604-1614), los cuadros para la capilla de San José de Toledo (1599) y la decoración del retablo mayor del Hospital de la Caridad de Illescas (1605), la "Vista de Toledo" (h. 1600), inigualada en cuanto a composición y colorido hasta el expresionismo del siglo XX.
En resumen, se pueden considerar en su obra tres etapas: bizantina, italiana y española, que corresponde a su estancia en Creta, Italia y España. Se lo considera precursor del arte moderno, por la sobriedad del colorido, la austeridad en los efectos y la estilización de las formas y las figuras.

Murió el 7 de abril de 1614, en Toledo, cuando tenía 73 años.

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