Los conflictos bélicos que ha sostenido el Ecuador han reafirmado
la unidad nacional.
Esta virtud, completada en los campos de batalla, necesita para
consolidarse de la unidad intelectual y moral de este hermoso país. La
independencia más difícil de conquistar es la intelectual y moral de un pueblo
entero, que convierte al más humilde de sus hijos en un ciudadano libre. El
secreto está en la educación de las masas populares y el factor principal en
las escuelas normales.
Uno de los acontecimientos que ha fortalecido la unidad nacional
fue la Batalla de Tarqui. Esta lid significó una hora en que en un campo de
batalla el Ecuador –que formaba entonces parte de la Gran Colombia- hizo sentir
a un invasor que no podía pisar impunemente el suelo patrio. Tarqui fue
afirmación de dignidad y valentía: no importó que el número de peruanos fuera
el doble de los que defendieron el territorio patrio.
De las victorias de Atahualpa, pasando por Tarqui, hasta la
victoria de nuestras Fuerzas Armadas en el alto Cenepa, revivir esas páginas
heroicas, y tantas otras, encenderán en todos los ecuatorianos, pero en
especial en la juventud, la llama del civismo.
Y es que el siglo pasado se caracterizó por una búsqueda de unidad
nacional, intentar que el país pudiera ser considerado una unidad
sociopolítica. Proceso que inicia al amparo de la democracia.
Este día especial debe hacer que todos los ecuatorianos y ecuatorianas, maestros y alumnos, militares y civiles, profesionales y obreros, ricos y pobres pensemos en la importancia de la unidad nacional para tener un país fuerte, decidido a progresar, en el que todos sus hijos trabajen para construir un futuro de dignidad y prosperidad.
Este día especial debe hacer que todos los ecuatorianos y ecuatorianas, maestros y alumnos, militares y civiles, profesionales y obreros, ricos y pobres pensemos en la importancia de la unidad nacional para tener un país fuerte, decidido a progresar, en el que todos sus hijos trabajen para construir un futuro de dignidad y prosperidad.